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Zona de confort: el antidesarrollo personal

zona de confort liderazgo

Es probable que ya conozcas lo que es la “zona de confort“, ya que en los últimos tiempos estamos siendo testigos de un boom del estudio del desarrollo personal. Gran cantidad de libros, podcasts, conferencias, blogs, etc., aparecen continuamente en Internet de la mano de sus respectivos gurús. Conceptos como la inteligencia emocional, el autoconocimiento, la zona de confort, o el mindfullness están muy de moda actualmente.

Ahí tenemos el libro de “El secreto“, de Rhonda Byrne, un superventas publicado en 2006 que no dejó indiferente a nadie. En él se afirma que el Universo conspira a nuestro favor y que está en nuestra mano determinar nuestro futuro a través del pensamiento. Da a entender que si te imaginas a ti mismo forrado de pasta y mantienes ese pensamiento constante, llegarás a ser rico. Ha sido por un lado venerado y por otro criticado duramente. Mi recomendación es no cerrarse y estar abierto siempre a nuevas ideas. A partir de aquí consiste en saber aplicar esas ideas de forma realista e inteligente.

Tampoco te puedes perder la famosa conferencia de Emilio Duró Optimismo e ilusión, que deberías ver si aún no lo has hecho.

Un gran título es “Inteligencia emocional” de Daniel Goleman. Haz clic para descubrir cómo Goleman nos ofrece sus prácticos consejos para desarrollar nuestra inteligencia emocional.

Además, existen otros libros míticos como “Quién se ha llevado mi queso” “Tus zonas erróneas”. Todos ofreciendo grandes consejos para mejorar nuestra vida.

la zona de confort designa un estado mental en que el individuo permanece pasivo ante los sucesos que experimenta a lo largo de su vida, desarrollando una rutina sin sobresaltos ni riesgos, pero también sin incentivosAl final se trata de cómo ingeniártelas para aplicar en tu vida tanta cantidad de recomendaciones. Estamos sobrealimentados de información y la cuestión es saber cómo gestionarla.

El exceso de información y la cultura del “lo quiero todo YA” es una combinación peligrosa. Son tantos los mensajes y los consejos que al final vamos cambiando de uno a otro sin conocer realmente la filosofía que tienen detrás.

Al final, nos resulta imposible practicar su aplicación de forma constante.

La mayoría de conceptos sobre desarrollo personal son interdependientes entre sí. Es decir, no puedes desarrollar uno sin dejar de desarrollar los otros. Salir de la zona de confort está estrechamente relacionado con la inteligencia emocional, con el optimismo, el liderazgo, la motivación, etc,. Se retroalimentan unos de otros y así se va produciendo el desarrollo.

Aquí me nos detendremos en la famosa zona de confort, un concepto del que seguro ya has oído hablar. Tan práctico que se puede aplicar al instante si queremos.



La zona de confort

Según Wikipedia:

En psicología, la zona de confort designa un estado mental en que el individuo permanece pasivo ante los sucesos que experimenta a lo largo de su vida, desarrollando una rutina sin sobresaltos ni riesgos, pero también sin incentivos.”

Básicamente se refiere a la rutina en la que nos sentimos cómodos y en la que ya no hay nada que nos sorprenda. Lo que hay que tener en cuenta es que el ser humano tiene mucho aguante y se acostumbra a todo, tanto a lo bueno como a lo no tan bueno. Por lo tanto, nos podemos acostumbrar a algunos hábitos que a primera vista pueden ser la antítesis de la comodidad.

Por ejemplo, puedes decir que estás cómodo en tu trabajo aunque no soportes a tu jefe ni comulgues en lo más mínimo con sus valores ni los de la empresa. Puedes estar cómodo con tu pareja aunque discutáis con frecuencia y ya hasta por costumbre. Estás en la zona de confort cuando sabes que deberías salir a hacer deporte en lugar de estar viendo la tele. Hasta el atasco del domingo es zona de confort porque ya ni te sorprende. Son tantos y tan conocidos los ejemplos que no hace falta poner más.

En definitiva, en la zona de confort lo tenemos todo bajo control y con eso nos conformamos, aunque el precio a pagar sea una rutina nada motivante. Esta forma de pensar ya viene plasmada en el refranero español desde hace tiempo con su “Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”. 

No te pierdas el post: Estoicismo como forma de vida

👉 Aversión (infundada) al riesgo

Todo esto ocurre porque el miedo que tenemos a perder es mayor que la emoción de ganar. Tememos al riesgo y por eso no nos gusta, o creemos que no nos gusta.

la zona de confort designa un estado mental en que el individuo permanece pasivo ante los sucesos que experimenta a lo largo de su vida, desarrollando una rutina sin sobresaltos ni riesgos, pero también sin incentivos

En realidad, todos hemos arriesgado muchas veces a lo largo de nuestra vida. Esos momentos son ahora los mejores recuerdos que tenemos y con los que más nos hemos desarrollado personalmente. Por ejemplo, empezar en un trabajo nuevo o comenzar una relación con tu pareja. Conocer alguna ciudad nueva o a un grupo nuevo de amigos. Incluso explorar nuevas rutas de senderismo por tu ciudad o aprender a tocar un instrumento.

En todos esos casos siempre hubo un componente de riesgo que nos permitió ganar algo. Al mismo tiempo, en todos ellos estamos implícitamente saliendo de nuestra zona de confort.

Pero el desamor al riesgo hace que sigamos teniéndole un miedo infundado. Está demostrado (y cada uno puede comprobarlo desde su propia historia personal) que cada vez que hemos salido de la zona de confort, si no hemos ganado, hemos aprendido. Y aprender siempre es ganar.



👉 Los peligros de la zona de confort

El problema de vivir en la zona de confort es que es aburridísimo. No hay posibilidad de aprendizaje, ni de motivación, ni de ilusión. Si no hay aprendizaje el cerebro se oxida. Se pierde la capacidad de reflexión y dejas de abrir tu mente a nuevos puntos de vista. Se renuncia así a experimentar emociones que son básicas para nuestra evolución como personas.

Vivir de esta forma estanca el desarrollo personal, y si no intervenimos algún día nos explotará en la cara. Sobre todo afectará a las relaciones sociales y afectivas, que son un elemento fundamental para nuestra felicidad. Afectará a nuestra relación con amigos, con familiares, con parejas, con clientes, con compañeros de trabajo… La falta de ilusión nos acompañará a lo largo del día y se nos notará hasta en la cara.

Más allá de que sea extremadamente aburrido, los problemas reales se pueden presentar en forma de enfermedades físicas y mentales, como la obesidad o la depresión, entre otros. Además, las enfermedades se relacionan y se retroalimentan unas de otras empeorando nuestra salud en general.

Creo que no hay mucho más que explicar sobre el concepto de zona de confort para que se entienda. Lo que sí es importante es tener claro cómo salir de la zona de confort de forma inteligente, ya que no consiste en cambiar de vida de un día para otro (aunque si de verdad lo necesitas podría ser conveniente). Según algunos expertos, la clave está en cambiar pequeños hábitos e introducir en tu vida otros nuevos de forma gradual, poco a poco, para poder observar por ti mismo los beneficios de esta máxima tan simple como necesaria: salir de la zona de confort.

Conoce todos los tipos de líderes y su forma de enfrentar los retos.


la zona de confort designa un estado mental en que el individuo permanece pasivo ante los sucesos que experimenta a lo largo de su vida, desarrollando una rutina sin sobresaltos ni riesgos, pero también sin incentivos.

 

“Lo importante es no dejar nunca de hacer preguntas. No perder jamás la bendita curiosidad.”

Albert Einstein



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